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7 claves para reducir el consumo de la nevera en verano

Reducir el consumo de la nevera en verano
El consumo de la nevera representa aproximadamente un tercio de la factura de la luz. No obstante, al ser el electrodoméstico encargado de la conservación de los alimentos, debe permanecer siempre conectado. Y es aquí donde aparece la pregunta que todo el mundo se hace: ¿cómo se puede ahorrar energía y reducir la factura de la luz en un aparato que no puede desenchufarse?

No te preocupes, hoy te traemos 7 formas diferentes de reducir el consumo eléctrico del frigorífico. Estos trucos van desde una limpieza frecuente hasta la regulación de la temperatura a la que funciona o la colocación de los alimentos sin comprimirlos. 
Consejos para reducir el consumo de la nevera en verano
La nevera, al ser el único dispositivo que tiene que mantenerse conectado 24 horas al día, supone alrededor del 31% del gasto energético total de los electrodomésticos de una vivienda, así como el 14% del consumo eléctrico de la totalidad de la vivienda. 

Por esta razón, y especialmente teniendo en cuenta las tarifas actuales de la luz, es fundamental buscar soluciones que ayuden a la economía familiar y permitan ahorrar un poco de dinero.
¿Cuál es el consumo de una nevera?

En primer lugar, hay que tener en cuenta que el consumo eléctrico de una nevera va a depender siempre de factores cómo su eficiencia energética o del uso que se le dé. Así, en función de lo eficiente que es el frigorífico y de que el precio a día de hoy del kWh es de 0,27978 euros, podemos hablar de las siguientes franjas de consumo y su coste aproximado de forma anual:
  • Frigorífico A+++ o A, según la nueva normativa de etiquetado energético europeo: alrededor de 175 kWh y entre 44 y 71,5 euros.
  • Frigorífico A++ o B: unos 285 kWh y entre 44 y 71,5 euros (más cerca del límite superior)
  • Frigorífico A+ o C: alrededor de 322 kWh y entre 81 y 94,1 euros.
  • Frigorífico A o D: aproximadamente 374 kWh y entre  81 y 94,1 euros (más cerca del límite superior)
  • Frigorífico B o F: unos 507 kWh y entre 127, 6 y 162,6 euros.
  • Frigorífico C o G: alrededor de 646 kWh y entre 127,6 y 162,6 euros  (cerca del límite superior)

Estas estimaciones se realizan asumiendo que al frigorífico se le da un uso adecuado y no tiene que invertir más energía en funcionar. Así, una de las situaciones más comunes que se traducen en un mayor consumo de la nevera es dejar la puerta abierta por error.

7 formas de reducir el consumo de la nevera

Una vez se ha explicado el consumo de la nevera y se ha relacionado con el gasto que supone a la economía familiar, queda claro la importancia de plantearse que hay que hacer algo para ahorrar en la factura de la luz

En primer lugar, hay que regular bien la temperatura a la que funciona el frigorífico. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hay que mantenerla entre 3º y 7º si no hay ni carne ni pescado, mientras que, por su parte, el congelador debe estar entre -20º y -18º. 

Del mismo modo, hay que limpiar la escarcha que pueda acumularse en el congelador, ya que, simplemente con 2 mm de grosor se aumenta el consumo eléctrico un 10%, mientras que con 3 mm puede llegar hasta el 30% más. Asimismo, una limpieza frecuente de la parte trasera de la nevera, así como no pegarla totalmente a la pared, favorece el buen funcionamiento y permite “respirar” al electrodoméstico.

Igualmente, hay que prestar especial atención a que la puerta se encuentre bien cerrada, ya que así se evitará un sobreesfuerzo para mantener la temperatura interior. En este sentido, hay que procurar no introducir alimentos calientes ya que el frigorífico deberá invertir más energía en regular la temperatura. Por eso, lo más recomendable es dejar que se enfríe a temperatura ambiente. 

Por último, es recomendable pensar en sustituir la nevera por un modelo más eficiente. Si bien es cierto que puede suponer un gran desembolso inicial, a largo plazo se traduce en un ahorro económico. 

En caso de que se haya decidido sustituir el frigorífico, es aconsejable situarlo, en la medida de lo posible, lo más alejado posible de fuentes de calor como puede ser la vitrocerámica o el horno. Esto ayudará a que el rendimiento sea más eficiente. 

Como se ha podido ver, el frigorífico es un electrodoméstico vital en cualquier hogar y su adecuado funcionamiento va a influir en la factura de la luz y en la conservación correcta de los alimentos, especialmente en verano. Es por eso por lo que ante cualquier problema o avería lo más recomendable es contactar con un  electricista 24 horas profesional como es Servi-Madrid24. Gracias a la experiencia que tienen en el sector, solucionarán el problema de la manera más rápida posible, ahorrando así tiempo y dinero.