Todos los años, especialmente en época de invierno, se producen incendios y situaciones graves derivados de problemas eléctricos en muchos hogares españoles. La mayoría de estos inconvenientes se originan debido a instalaciones antiguas.
Esto se debe a que, aproximadamente, las instalaciones eléctricas de siete de cada diez viviendas españolas no cumplen las garantías y condiciones técnicas establecidas por el Reglamento Electrónico de Baja Tensión (REBT). Es por ello por lo que te explicamos aquí cuales son las urgencias de electricidad más comunes en este tipo de viviendas y qué las causa.
Problemas en instalaciones eléctricas antiguas
Los principales problemas que hacen que las casas con instalaciones eléctricas antiguas sean inseguras son la inseguridad de las tomas de corriente y los interruptores defectuosos. A ello hay que sumarle la total inexistencia, con carácter general, de inspecciones periódicas o certificados homologados que garanticen su buena conservación y garantías de seguridad.
No obstante, los inconvenientes pueden tener su origen en otras múltiples causas. Si tienes una casa antigua, especialmente si es anterior a 1973, estos son los problemas que podrían derivarse de su instalación eléctrica.
El cableado es antiguo
En casi la totalidad de instalaciones eléctricas antiguas, es inevitable encontrar un cableado deteriorado por el paso del tiempo.
Este desgaste supone una pérdida en el aislamiento y desgaste que se traduce en un aumento de la temperatura sobre superficies combustibles como suelos, alfombras o cortinas, capaces de originar cortocircuitos y, consecuentemente, incendios en el inmueble.
No hay toma de tierra
La toma de tierra, también conocida como puesta a tierra (PAT), es fundamental para la seguridad de las personas, ya que proporciona a las corrientes eléctricas rutas seguras evitando que, en caso de fuga, haya contacto con las personas, desviándolas hacia el terreno.
De este modo, la falta de toma de tierra puede llegar a ser muy peligrosa puesto que la protección contra sobretensiones pierde toda su eficacia, pudiendo originarse averías en la instalación, los aparatos eléctricos e, incluso, incendios.
Sobrecarga eléctrica en la instalación
Las viviendas con instalaciones eléctricas antiguas no disponen de las canalizaciones o equipos eléctricos para cortar la red eléctrica en caso de sobrecarga, al mismo tiempo que no disponen de capacidad suficiente para soportar el gran número de electrodomésticos y aparatos eléctricos que son fundamentales en la vida diaria actual.
Al conectar estos aparatos al mismo tiempo, una instalación que no sea moderna tenderá a calentarse rápidamente, pudiendo llegar a causar un incendio.
Todo ello, unido al uso de elementos auxiliares, como regletas y ladrones, para aumentar el número de dispositivos conectados, aumenta en gran medida el riesgo de accidente por sobrecarga eléctrica
Una mala instalación del contador de luz
Una instalación incorrecta de los contadores de la luz puede suponer no solo una dificultad de acceso para su mantenimiento, sino también el hecho de estar situado en una zona de se acumule la suciedad y el polvo.
De esta manera, el contador de la luz debería ser reubicado a un lugar donde haya espacio suficiente para la comprobación de fusibles, equipos de medida y otras unidades funcionales que sean requeridas en la normativa vigente.
Asimismo, en instalaciones antiguas el material del contador puede ser inadecuado a su fin al no tratarse de un aislante térmico. Lo más recomendable aquí es sustituir los elementos por otros que garanticen la seguridad y la protección del conjunto.
La falta de interruptor diferencial
En este mismo sentido, se pueden considerar también como “potencialmente inseguras” las instalaciones eléctricas de las viviendas que han sido construidas entre 1973 y 1985.
La razón de ello es que sus instalaciones eléctricas no disponen de interruptor diferencial de protección, elemento que sólo se aplicó de forma generalizada a partir de ese último año.
El interruptor diferencial de la luz es un dispositivo electromecánico que se encarga de actuar como sistema de protección de efecto automático cuando se producen derivaciones a tierra o hay contacto con los usuarios.
Así, puede decirse que constituye un elemento fundamental en todas las instalaciones eléctricas, ya que en el mismo momento en que detecta una fuga de corriente el interruptor baja y corta temporalmente el suministro. No obstante, hay que mencionar que existen diferentes tipos de diferenciales dependiendo de las necesidades de cada instalación eléctrica y no todos funcionan de la misma manera.
Revisión
En estos casos de viviendas antiguas, especialmente en las anteriores a 1973, es fundamental confiar la revisión de toda la instalación eléctrica a un profesional homologado y con experiencia en el sector eléctrico, de manera que pueda diagnosticar qué elementos necesitan ser renovados y llevar a cabo una reparación.
Una vez realizadas la reparación y la revisión, el electricista autorizado, en su defecto, la empresa instaladora expedirán un Boletín Eléctrico que certificará el buen estado de la instalación eléctrica de acuerdo con las garantías y necesidades técnicas actuales.
A este respecto, es vital afirmar que la prevención, vigilancia, mantenimiento y un buen uso son las claves para evitar accidentes eléctricos, averías graves e incendios, sin importar la antigüedad de tu hogar.Por último, ante cualquier problema derivado de una instalación eléctrica antigua lo más sencillo y eficaz es contactar con un electricista 24 horas profesional como Servi-Madrid24. Gracias a la experiencia en el sector, identificarán el problema rápidamente y te ahorrarás tiempo y dinero, así como evitarán que cualquiera de esos problemas se convierta en una urgencia grave para el usuario.
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