Portada » Blog » Los diferentes tipos de instalaciones eléctricas

Los diferentes tipos de instalaciones eléctricas

Instalación eléctrica de alta tension

Las instalaciones eléctricas son prácticamente invisibles a simple vista en el hogar pero sin ellas no sería posible hacer cosas tan simples como poner la tele o encender la luz. Debido a esta importancia, te explicamos hoy los diferentes tipos de instalaciones que existen y las partes básicas de las instalaciones domésticas. 

¿Qué tipos de instalaciones eléctricas existen?

Una instalación eléctrica es, básicamente, un conjunto de circuitos eléctricos que se encarga de conducir y distribuir la corriente eléctrica desde un origen, que suele ser el servicio eléctrico, hasta un destino variable, que va desde los electrodomésticos hasta cualquier otro punto de luz.

Al ser esta una definición tan amplia, no es difícil dilucidar que hay muchos tipos diferentes de instalaciones. No obstante, estas se clasifican por la tensión que emplean y por la finalidad que tienen. Te lo explicamos a continuación.

Instalaciones eléctricas según su tensión

La tensión eléctrica, que se mide en voltios, es la presión de una fuente de energía que empuja los electrones cargados a través de un lazo conductor para poder funcionar generando luz, calor, etc. Así, en función de este factor, es posible encontrar las siguientes instalaciones eléctricas

Instalaciones de alta y media tensión

Las instalaciones eléctricas catalogadas como de alta y media tensión suelen estar presentes en el sector industrial ya que generan mucha potencia. En ellas, la diferencia de potencia máxima entre dos conductores es superior a un kilovoltio o, lo que es lo mismo, 1000 voltios de corriente alterna, pudiendo llegar a los 1500 vatios de corriente continua. No obstante, se produce una gran pérdida de energía por culpa del sobrecalentamiento de los conductores.

En estos casos, las líneas de distribución pueden ser aéreas o subterráneas y la carga que trasladan no suele ser superior a 400 amperios. Estas líneas pueden alimentar al distribuidor, la regla general, o directamente al cliente.

Instalación de baja tensión

Son las instalaciones más comunes puesto que se encuentran en el ámbito familiar y comercial. En este caso, la diferencia de potencia entre dos conductores es inferior a 1000 voltios y superior a 24 voltios.

Al tratarse de instalaciones de uso doméstico, tienen una regulación muy estricta para evitar accidentes que pongan en riesgo a las personas, debiendo seguir la normativa recogida en el Reglamento  Electrotécnico de Baja Tensión (REBT) y en las instrucciones técnicas complementarias. 

Instalaciones de muy baja tensión

En este caso, las instalaciones eléctricas presentan una diferencia de potencia entre dos conductores inferior a 24 voltios. Esto supone que no esté muy extendido su uso puesto que un voltaje superior provocaría que se quemase la instalación y apareciesen averías eléctricas graves.

Existen también, por su parte, las instalaciones de muy baja tensión de protección que comprenden aquellas cuya tensión nominal no excede de 50 vatios en corriente alterna o 75 en corriente continua y que son alimentadas mediante una fuente con aislamiento de protección como puede ser un transformador de seguridad.

Instalaciones eléctricas según su uso

Por su parte, y más allá de la tensión que soporta cada instalación, cada una presenta unas características determinadas en función de la finalidad para la que han sido diseñadas. De esta forma, puede hablarse de cuatro tipos diferentes de instalaciones eléctricas.

Instalaciones generadoras

Son aquellas instalaciones que, a partir de otras fuentes de energía como la solar o la eólica, generan energía eléctrica. Una vez se ha creado esta, se utilizan las líneas de distribución de alta tensión para distribuirlas a los centros de consumo. 

Instalaciones de transporte

Se denominan así a las líneas eléctricas que conectan entre sí al resto de instalaciones. Si están instaladas en galerías y zanjas se denominan subterráneas, si bien también suelen encontrarse en conductores apoyados en postes y soportes.

Instalaciones transformadoras

En estas instalaciones, la energía eléctrica de origen adquiere unas características diferentes al modificarse diferentes parámetros, como la tensión. Es decir, se realiza un ajuste de la energía. Este paso es fundamental pues al aumentar o disminuir la presión eléctrica se consigue transportarla de manera más segura al destino o adecuarla a las necesidades de la instalación receptora.   

Instalaciones receptoras

Son básicamente las instalaciones eléctricas domésticas, comerciales o industriales que van a hacer uso de la electricidad para su actividad diaria. Es decir, transforman la energía eléctrica en otros tipos de energía en función de las necesidades de los usuarios como por ejemplo luz, carlo o movimiento.

Estas instalaciones receptoras presentan cinco partes diferenciadas:

  • La alimentación es el lugar por donde la energía eléctrica llega a la instalación desde el exterior. 
  • Las protecciones y elementos de seguridad que impiden que se produzcan sobrecargas o cortocircuitos que pongan en peligro a los usuarios.
  • Los conductores, que son los diferentes tipos de cables por los que circula la electricidad hasta todos los componentes de la instalación.
  • El mando y maniobra representados en los interruptores, conmutadores y relés cuya función principal es intervenir en el flujo de la energía. Sirven para regular la corriente eléctrica.
  • Los puntos de consumo son los receptores finales que transforman la electricidad en energía térmica, mecánica o motriz. 

En cualquier caso, ante cualquier problema derivado de una instalación eléctrica lo más seguro y eficaz es contactar con un electricista 24 horas profesional como Servi-Madrid24. Gracias a la experiencia en el sector, identificarán el problema rápidamente y te ahorrarás tiempo y dinero, así como evitarán que cualquiera de esos problemas se convierta en una urgencia grave para el usuario.